martes, 27 de agosto de 2013

¡Felicidades, Pepi!

Hoy es el cumpleaños de Pepi, la amiga de Florita. Para celebrarlo por todo lo alto, su novio le ha invitado a viajar a Holanda. Lo que más le gusta a Pepi de este viaje, es visitar todos los cafés.

Feliz cumpleaños.
Con mucho cariño.
Florita





viernes, 16 de agosto de 2013

Escalivada con anchoas, directa de Calella de Palafrugell


Es el día de la final del concurso culinario "Master Pinche". Florita se encuentra ante el jurado de chefs, liderado por el mismísimo Jamie Cucumber (pelo Pantene incluido). Junto a ella hay otras cuatro finalistas que, como Florita, aspiran a ganar la cena para dos en el Chateâu Melón con el querubín rubio. Tras semanas de ardua competición en las que ha tenido que cocinar una paella en la cumbre del Himalaya, asar un chuletón en medio del Amazonas o flambear unas crêpes suzette en el Antártico, el fin del concurso ha llegado. La principal rival de Florita se llama Mariana, una contable que no ha dudado en ningún momento en usar sus malas artes para boicotear todos sus platos. Al principio Florita no sospechaba de ella cuando, misteriosamente, el suflé salía crudo del horno o cuando la mayonesa se cortaba como por arte de magia. El afán por conquistar el primer puesto y el corazón del señor Cucumber no tiene límites para ella. "Señor Cucumber, ¿puede acercarme la sal?" entona la mala pécora mientras sonríe, desafiante, a Florita. Pero ella no se va a dejar amedrentar, a pesar de que el pollo asado que pensaba servir se haya quemado en el horno y que la salsa se haya pegado sin remedio al fondo de la olla, Florita inspira dos veces y rememora las vacaciones gastronómicas que pasó en la Costa Catalana con su amiga Pepi. Llega el momento de la verdad. Todas las concursantes presentan sus creaciones para que el jurado las pruebe y decida. Muselina de zarzamora en nido de lavanda; Falsa dorada de río sobre falso caviar de falso esturión; Cocotte de verduras esmeriladas con coulís de popurrí... La cara de Jamie permanece impasible frente las magnificencias que presentan ante su paladar. "Poco original". "Demasiado visto". De pronto, un ligero brillo aparece en sus ojos, Florita deposita con delicadeza el plato de loza sobre la mesa. Cucumber prueba un bocado y una lágrima de emoción asoma en sus ojos, después otro y otro más, hasta que termina mojando el pan en el aceite de la maravillosa escalivada con anchoas de nuestra amiga. Florita está muy contenta, mientras en su cabeza da vueltas al modelito que llevará la noche de la cena...

INGREDIENTES
(para 4 personas)
4 pimientos rojos grandes
1 cebolla grande
1 berenjena grande
2 tomates medianos
3 dientes de ajo (uno para untar el pan)
1 lata o tarro de anchoas de alta calidad
Aceite de oliva virgen
Vinagre
Sal y pimienta
Una hogaza de pan rústico
PREPARACIÓN
En una fuente de horno disponemos todas las verduras con un chorrito de agua en el fondo, excepto los tomates que se añadirán después. Habremos pelado la cebolla y la berenjena. Metemos en el horno, previamente calentado a 180 grados, durante aproximadamente una hora (hasta que la piel se despegue de los pimientos) y los tomates solo media hora, pues se hacen antes. Una vez cocinadas, dejamos enfriar, retiramos los ajos, y pelamos y despepitamos las verduras. Cortamos los pimientos en tiras, los tomates y la cebolla en cuartos, y la berenjena, a lo largo, en cuatro partes. Aliñamos con un generoso chorro de aceite, unas gotitas de vinagre para realzar el sabor, sal y pimienta, y reservamos. En el horno caliente, metemos una rejilla con cuatro rebanadas de la hogaza, grandes. Tostamos hasta que se marque un poco la rejilla y se dore el pan. Untamos bien de ajo. Preparamos un plato grande y montamos el pan con la escalivada y dos o tres anchoas encima (dependiendo del tamaño), por cada rebanada. Coronamos con un chorrito de aceite y servimos rápidamente para que el pan no se enfríe.

lunes, 18 de marzo de 2013

Blinis acompañados de salmón salvaje, caviar... y un buen Chianti

Estimada Florita:
¿Qué tal todo? ¿Cómo marcha la vida sin mi por Gourmet y en Forma? ¡No sabes cuantísimo os echo de menos a todos, no podría expresarlo con palabras...! No me malinterpretes, no me quejo de mi situación actual. Tras días y meses de meditación he logrado encontrar en mi interior un mínimo sentimiento de culpa por lo que hice. No es que lo que hice estuviera mal de por sí, no estoy diciendo eso. Con cada robo que perpetraba le hacía un favor a la humanidad, privándoles del terrible mal gusto de la dirección de la revista. Bueno de todo el equipo de contenidos en realidad. Todos menos tú, claro, Florita. Tú eres la única persona que he conocido en mi vida, que mantiene un gusto elegante y refinado por lo cotidiano. Sólo tú y yo sabemos por qué no hay que combinar el verde con el amarillo, por qué los estampados felinos sólo sientan bien a una actriz italiana de los sesenta y dónde reside el punto medio en la cantidad de sal que hay que echar al cocido. 
¡Ay Florita, si tú supieras cuánto te echo de menos a ti, y solo a ti en esta cárcel en la que han encerrado mi alma creativa durante todo este tiempo! Pero dejemos de hablar del pasado ya que yo, hoy por hoy, estoy completamente centrado en mi presente. Los chicos se portan bien conmigo, creo que piensan que soy una especie de psicópata o algo sí. ¡Qué tontería verdad! Los que me conocéis de verdad sabéis que soy un pedacito de pan. Bueno, quizá sea verdad que he tenido que ir dando pequeñas lecciones de respeto a ciertos compañeros, que si no me robes el tenedor en el comedor porque te lo clavo en un ojo (Alfonsito ya está completamente recuperado, por cierto), que si me miras un poco mal a lo mejor luego tienes un pequeño problema de intoxicación porque alguna cocinera despistada ha mezclado lejía con la leche de tu café... ¡qué sé yo! ¡Estos chicos de hoy no aguantan nada, la verdad! Lo que sí que te tengo que reprochar, Florita, (un reproche pequeñito no te asustes) es que en todo este tiempo no me hayas venido a visitar ni una vez. ¡No te admito la excusa de la orden de alejamiento (está ya muy visto creo yo)! Estoy deseando mostrarte mis ideas y proyectos. Siento mucho la precariedad de la localización y los modelos (los chicos se esfuerzan de verdad) pero con un poquitín de imaginación y voluntad verás que, entre los dos, podemos darle un aire completamente nuevo a Gourmet y en Forma. Prométeme que te pasarás por aquí para que lo comentemos. ¿Lo harás, querida? Bueno, sintiéndolo mucho, te tengo que dejar... por el momento. Es mi cumplemeses aquí y los chicos han decidido darme una sorpresa (totalmente improvisada te aseguro) y han cocinado para mí unos deliciosos blinis con salmón... ¡Estoy deseando probarlos! Aunque no creo que les queden tan deliciosos como te quedan a ti, Florita. Sin más, me despido pues, quedo a la espera de tu visita, que espero no se demore demasiado. Entre tanto, ¿por qué no me envías alguna carta donde pueda deleitarme con tus maravillosas historias? Al fin y al cabo, yo ya he abierto mis sentimientos contigo en esta carta. Ya sabes, quid pro quo, Florita. Quid pro quo. 




INGREDIENTES
(para 4 personas)
- 4 Blinis tiernos
- 1/4 de litro de nata de cocinar
- Un tarrito de AVRUGA
- Un par de lonchas de salmón por cada Blini
- Un poco de perifollo para adornar

PREPARACIÓN
Calentamos los Blinis en la rejilla del horno o en una tostadora. Emplatamos. Cubrimos cada Blini con un par de lonchas de salmón ahumado, dos cucharaditas de AVRUGA y bañamos con la nata. Por último ponemos un poco de perifollo para adornar. Al servir, el Blini tiene que estar muy caliente para que contraste con el frío del salmón y el caviar. Haga clic aquí, si es tan amable...


sábado, 19 de enero de 2013

Roast Beef con salsa de vino y chocolate para el fin de un misterio



Después de la noche tan horrible que Florita había pasado en comisaria, tratando de explicar que era completamente inocente del robo del zafiro de la señora Higinia de Olaf, tomó una decisión. Ya era hora de resolver el dichoso misterio de las máscaras africanas. Para ello, decidió convocar una cena con motivo de su cumpleaños en Chez François, invitando al equipo de Gourmet y en Forma al completo. Envió las invitaciones con el preceptivo requerimiento de etiqueta en ellas (nunca se deben olvidar las buenas formas) a todos los empleados de la oficina. Luego realizó un par de llamadas al restaurante para la reserva y los "preparativos" y otra más larga a la directora de la revista. El sábado de la cena, Florita pasó por su peluquero favorito y estilista para que le ayudase con la elección del vestido y maquillaje ya que ella era un manojo de nervios. Estaba nerviosa sí, pero decidida a encontrar la verdad... Por fin en el restaurante Florita observó que todos habían acudido al evento: Emmanuelle con una de sus histriónicas pajaritas de lunares; Rosi la ejecutiva de cuentas en vaqueros y camiseta, para ahorrar; Hans el modelo sueco amigo de Emmanuelle, a punto de estallar uno de los carísimos trajes de Rodolfo Palentino de la revista y la Directora, Higinia, con un pedrusco más grande de lo habitual: la famosa Dama Roja de Egipto, el rubí más grande conocido que había pertenecido a la mismísima Cleopatra.
François en persona les sirvió su magnífico Roast beef acompañado del más exquisito Chardonnay que pudo localizar en su bodega. La noche transcurrió con normalidad entre conversaciones, tintineos de copas, algunas palabras del director Olaf, las discusiones habituales entre Emmanuelle y Rosi y las continuas sonrisas de Florita para apaciguarlos a todos. Tras el amplio festín todos felicitaron a François con un gran aplauso. Florita se retiró al tocador de señoras a empolvarse la nariz y a tener una breve charla con el maître. Cuando volvió a su asiento todos brindaban con champán por la cumpleañera. De pronto, las luces del local se apagaron con un chasquido. François apareció iluminado por las velas de una gigantesca tarta blanca que empujaba con un carrito de ruedas. Todos al unísono empezaron a cantarle el Cumpleaños Feliz a Florita. Esta, emocionada, les dio las gracias, entre lágrimas. Cuando volvieron a encenderse las luces, se oyó un grito en la sala. Era Higinia: el enorme rubí había desaparecido de su cuello. Todos se revolvieron inquietos en sus asientos. En el salón donde estaban no había nadie más cenando. El culpable pues, se encontraba entre ellos. Florita soltó con delicadeza la servilleta, se puso de pie dando vueltas alrededor de la mesa con aire pensativo. "Buenas noches, damas y caballeros. Aunque os agradezco enormemente la asistencia a mi humilde cumpleaños, os he de confesar que la verdadera razón de esta celebración ha sido la de descubrir al verdadero culpable de los robos que estas últimas semanas han tenido lugar, por desgracia, en Gourmet y en Forma y que han culminado con el robo del rubí de la Directora Higenia... ¡Rubí que es falso! Además he de decir que destiñe al contacto de cualquier superficie húmeda como por ejemplo la de unas manos sudorosas por el delito cometido... En ese mismo momento todos se dieron la vuelta al unísono: Emmanuelle, presa del pánico, se levantó del sitio tirando la silla y trató de huir corriendo como un desesperado hacia la puerta de salida. En el camino se tropezó con Pierlof, el inspector de policía que Florita conoció la noche de la comisaría y con el que había estado charlando la noche anterior, a fin de que estuviera presente al finalizar la cena. Entre dos policías sujetaron a Emmanuelle que se revolvia cual lagartija tratando de escapar. Una vez comprobado que sus manos estaban teñidas del rojo carmesí de la culpabilidad, el inspector procedió a esposarle: "Señor Manuel García, tiene usted derecho a guardar silencio cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en su contra..." "¡Emmanuelle, me llamo Emmanuelle!" chilló enfurecido el fotógrafo. Florita se acercó hasta él todavía sin poder creerse lo que estaba pasando: "¿Por qué has hecho esto? ¿Por qué has arriesgado tu fabulosa carrera?"  Emmanuelle rió desde lo más profundo, con una risa malvada de las que ponen los pelos de punta:"¿Que por qué? ¿Me preguntas a mi? Claro que sí, la perfecta Florita, siempre atenta a todos y dispuesta a cualquier sacrificio... ¡Muhajajajaj! ¡Pues porque no podía soportar ni un minuto más el desprecio por el arte y la belleza de esta gentuza! Todo vale por el dichoso dinero: no se puede rodar, aquí es demasiado caro, no puedes contratar al modelo de ropa interior de moda cobra mucho, no...mejor que se quede el dinero la gorda de Higinia (respingo por parte de la aludida y mirada rápida a sus cartucheras) y se lo gaste en esas fabulosas joyas que nunca podrá apreciar." Pero- continuó Florita- ¿por qué lo de las máscaras africanas?" Emmanuelle volvió a sonreír encantado de su superioridad intelectual ante Florita: "¿No te acuerdas de la sesión de fotos en el safari simulando que era en África? Otra vez por los estúpidos recortes de esta revista tuvimos que hacer un sobreesfuerzo imaginativo para pretender que aquel cúmulo de rastrojos era la sabana africana. Como buen profesional que soy, previamente me documenté acerca de las costumbres del continente, tradiciones, creencias. En la Wikipedia encontré información acerca del significado que para la cultura indígena tienen las máscaras africanas: en una palabra VENGANZA. Bueno eso y que en esta temporada ¡se lleva el estampado tribal!. Fue entonces cuando en mi cabeza maquiné el plan que llevaría a cabo, pero necesitaba una cabeza de turco y, Florita, tú me lo pones tan fácil...Ésta sacudió la cabeza con tristeza. Desde luego veía con nítida claridad lo fácilmente sugestionables que son los seres humanos. "Lléveselo inspector" dijo con voz firme. Lo último que se vio fue a Emmanuelle riendo desquiciado con las esposas puestas siendo conducido al coche de policía y a Hans detrás, gritando su nombre desesperado y aferrándose a uno de los zapatos Loputín de su amado, quien sabe si por amor hacia él o al diseñador...


INGREDIENTES
- 1 kilo y medio de lomo de ternera (aprox.)
- Bastante mostaza de Dijon
- Un vaso de nueces
- 1/2 vaso de vinagre de vino tinto o Módena
- 2 vasos de vino tinto
- 1 vaso de azúcar
- 1 cucharadita de Bovril
- 1 onza de chocolate negro

PREPARACIÓN
Se salpimenta el Roast beef y se cubre de mostaza por fuera. En una sartén se sella a fuego fuerte para que sólo se tueste por fuera. Se mete al horno durante aproximadamente trece minutos por cada kilo.
Para la salsa se mojan las nueces en vinagre. Se ponen en un cazo el vino tinto con el azúcar y se calienta a fuego medio de cuatro a diez minutos más o menos o hasta que se disuelva el azúcar.
Se añaden las nueces con el vinagre y una cucharadita de Bovril. Se añade el aceite usado para freír la carne. Se deja hervir hasta que el vapor no huela al ácido del vinagre. Finalmente se añade una onza de chocolate negro y se da vueltas hasta que se deshaga. Pasar por la minipimer.


sábado, 5 de enero de 2013

Sorpresa de la Noche de Reyes




La Noche de Reyes,
Florita se ha llevado la sorpresa del roscón,
bueno, más que la sorpresa,
lo que se ha llevado es un buen susto...
(continuará)